Como si de una segunda juventud estuviéramos hablando, estos Sodom se han sacado de la manga cual mago un gran disco.
Un disco enérgico, potente, rápido y oscuro. Hay canciones que tienen esa rapidez que recuerdan a Slayer, el disco no baja la intensidad en ningún momento y las partes oscuras me retrotraen aquellos discos como Code red y M-16 que tanto me gustaron en su momento, hasta la producción me los recuerda. Tom Angelripper sigue voceando como poseso por la guerra como siempre.
En definitiva un disco muy disfrutable de principio a fin sin bajar un ápice la voluntad de unos nuevos "jovenzuelos" Thrasheando con una energía renovada, que siga el siguiente capitulo que no nos dejan de gustar estos Sodom. (8/10)
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