19 de marzo. Bajo el nombre de “The Focus of a Valediction- European Tour 2024”,
OBSCURA, y CYNIC, unían fuerzas, haciéndose acompañar de CRYPTOSIS, que
promocionan ese tremendo trabajo debut “Bionic Swarm” y su más reciente EP “The
Silent Call” en la madrileña Sala Copérnico. Una bonita sala para más de 600 personas,
prácticamente cuadrada y perfecta visión del escenario desde cualquier punto. Si no
hubo sold-out, poco faltó.
19’15, con una pantalla al fondo que ocupaba el ancho de escenario y otras dos más
pequeñas a los laterales, entre humo e imágenes tecnológicas, sonaba “Overture
2149” la intro de ese impresionante disco debut de los holandeses CRYPTOSIS titulado
“Bionic Swarm”. El enérgico powertrío saltaba al escenario y como un cañonazo
sonaba “Decypher”. La voz del también guitarrista Laurens Houvast un poco baja y
diluida entre los instrumentos, pero dándolo todo, a machete desde el primer
segundo. Sin respiro encadenan “Death Technology”, a un ritmo que recuerda a los
Megadeth de “Killing is my Business…”. Lástima el bajo sonido de las voces en ese
poderoso estribillo. La banda con una intensidad y furia desmedidas pero absoluta
precisión en la ejecución, hace sonar cada instrumento con claridad y contundencia a
una velocidad endiablada.
Continuando el orden de “Bionic Swarm” el trío ataca la algo más pausada “Prospect
of Inmortality”, con mucho groove en el bajo de Frank te Riet y con el público
coreando las letras de Laurens, cuyo sonido ha mejorado y con el batería machacando
el doble bombo. Una parte blacker desemboca en otra más bailona para goce de la
asistencia con la guitarra de Houvast riffeando casi en modo solista y un sonido más
espacial. La banda maneja varios estilos. Acabada, el vocalista presenta a su batería
Marco Prij y este responde con un violentísimo inicio para “Trascendence”. El ritmo no
baja y sigue triturándonos. El público está disfrutando claramente con el desempeño
de los neerlandeses. Me gustaría verlos en un cartel más thrasher, tirarían la sala
abajo. Que bandaza, no defraudan, hay que verlos SI o SI!
El trío respira un minuto con esa “intro” ambiental que es “Perpetual Motion”,
preludio de “Conjuring The Egoist” a toda velocidad. “The Silent Call” el tema que da
título a su reciente EP, muy blackera a limpio blast beat, termina de poner a sus pies a
la ya casi llena sala. La banda se despide con “Flux Divergence”. Chillona a lo Tom
Araya y vertiginosa, con cambios de ritmo que parecen una medley más que un solo
tema. Gran ovación para acabar. Fast and faster… and fastest!!!. No os los perdáis.
Llegaba el turno de los germanos Obscura, puntuales y entre humo, suena la acústica
que abre “A Valediction” y en segundos Alex Weber añade su melódica línea de bajo y
pronto se une el resto de la banda para abrir con “Forsaken”, temazo que se ve
empañado por un sonido un poco bajo y falta de crudeza, aunque ya queda clara la
conjunción a las guitarras de Steffen Kummerer y Christian Münzner, ejecutando
amónicas de forma sublime. “Emergent Evolution”, de su obra “Diluvium” mantiene
esa tónica de buen sonido con las melodías, pero la voz de Steffen se distingue poco y
en las partes más aceleradas se embarulla un poco el sonido. El repaso a “Diluvium”
prosigue con “Mortification of the Vulgar Sun”, con una notable mejoría del sonido y
con Kummerer brutal en sus guturales, en contraproducción a esas guitarras
semiacústicas en un tema que reparte cera de lo lindo cuando cambia ritmos. Después,
turno para ese death metal pesado y contundente de su último “A Valediction”
llamado “Devourer Usurper”, otra vez con extremos guturales del señor Steffen
Kummerer y que provocan los primeros circle pits a nuestras espaldas. A Steffen se le
ve sonriente, simpático, y presenta la instrumental “Orbital Elements” con la peña loca
ya. El sonido ha mejorado para un setlist bastante death metalero pero algo falta. Es
en temas donde se mezcla kaña con sus dosis de melodía y guitarras armónicas donde
se nota que el sonido no es el acostumbrado en las presentaciones de Obscura.
“Akroasis”, “The Anticosmic Overload” o “Septuagint” por momentos se embarullan y
el ambiente se llena con el sonido de la batería y particularmente de sus platos. A la
banda se la ve cómoda pero ese sonido no termina de hacerlos lucir merecidamente y
a ratos cuesta distinguir el tema que suena a pesar de la enorme calidad técnica del
actual line-up de Obscura. Aún así, el respetable está entregado dejándose el cuello. Se
despiden con ese temazo que es “When Stars Collide”, que evidencia más todavía ese
problema de sonido, debido a los contrastes vocales que la canción posee, entre las
guturales y las partes de voz limpia y melódica que se distingue poco, con las melodías
de guitarra sonando bajas y diluidas y el resto de música embarullada una vez más.
Buen concierto pero con sabor agridulce.
Paul Masvidal, líder de Cynic, formó parte de Death en su obra “Human” y hoy su
apariencia dista mucho de la del típico guitarrista de death metal, pero es que
etiquetar a Cynic es harto complicado dado el amplio abanico musical del que beben.
Paul y su banda Cynic que han remezclado su debut “Focus” de 1993 se presentaron
en Madrid con un show dividido en dos partes. Para la primera, tocaban integro y por
orden “Focus”.
La impresionante “Veil Of Maya” arranca la actuación de los norteamericanos, tras
una intro espacial y mucho, mucho humo. Sonido muy a lo Death, con partes
atmosféricas y ese bajo disonante y las guitarras y batería en modo jazz, pareciendo
casi una jam improvisada. “Celestial Voyage” toma el relevo muy melódica y con la voz
de Paul tratada a modo espacial con vocoder, innovador en su día. La muy progresiva
“The Eagle Nature” nos presenta a Steffen Kummerer, de Obscura, haciendo doblete
para encargarse de las voces guturales de Cynic. La experiencia continúa y no llevamos
ni medio “Focus” cuando uno ya se da cuenta de que esto no puede ser etiquetado de
cualquier manera. La banda que goza de una apertura musical inmensa, no se marca
límites en sus composiciones y siendo metal con partes ciertamente deathmetaleras,
posee un halo muy espiritual como para llamarlo simplemente death, ya sea melódico,
técnico o progresivo. La libertad creativa y de ejecución se salta cualquier barrera. Los
sonidos que emiten las modernas guitarras sin clavijero, tanto de Paul Masvidal como
de Mike Gilbert, no parecen de este mundo. Bajista y batería compiten por ver quién
es más pulpo, parece jazz lo que tocan e incluso su pose tocando es jazzística. Uno se
queda embobado escuchándolos y para más misticismo la puesta en escena apenas
deja cruzar algún rayo de luz entre la densa niebla y solo en algunos momentos los
músicos son completamente visibles. La banda va completando su obra sin mediar
palabra, entera y por orden. Aunque suenan mejor que Obscura, no escapan de ese
problema sónico con las voces que no son especialmente audibles. Cynic en directo
alcanza otro nivel, dado que sus discos pueden ser para ciertos momentos, en vivo se
nota la importancia tanto de las partes melódicas como de los cambios de ritmo así
como de los propios silencios, sonando la banda exquisita.
Paul Masvidal se dirige a la audiencia en castellano, comentando que tiene raíces
españolas por parte de un abuelo. Esto anima más a la peña y se escuchan gritos de
Pablo, Pablo. Entre una gran ovación, acaba “Focus” con la grandiosa “How Could I”,
una magistral clase de música, y Paul explica que hay una segunda parte y nos deja con
un homenaje en la pantalla a Sean Reinert y Sean Malone, batería y bajista de Cynic,
fallecidos ambos en 2020 y que grabaron “Focus” en su día.
Paul vuelve a solas al escenario, para tocar con su acústica el tema “Integral”, tema
que ahora tiene un significado distinto para él tras la muerte de sus compañeros, y que
toca como homenaje a ellos. La banda prosigue el repaso a su discografía, con “Kindly
Bent For Us” donde se mueven en un rock progresivo o incluso chillout, o “In a
Multiverse where Atoms Sing” de su “Ascension Codes”. “Carbon-Based Anatomy” con
un increíble manejo de Matt Linch en su batería, en modo jazzístico y con guitarras y
voces muy chill-out. Duelen los dedos solo ver a Brandon Griffin deslizarse por las
cuerdas de su bajo. Su LP “Traced in Air”se ve representado en los dos últimos temas
de su actuación, “Adam’s Murmur” y “Evolutionary Sleeper”, con la precisión de sus
tiempos y cambios de ritmos, poniendo broche de oro a esta experiencia sonoro senso
espiritual. Espectaculares e increíbles Cynic. Habrán fallado una nota?. Paul Masvidal
acabó charlando, fotografiándose y repartiendo abrazos con toda la sala. Enorme Paul.
By PATXBLACK
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