viernes, 15 de marzo de 2024

JUDAS PRIEST- “INVINCIBLE SHIELD” Critica By Patxblack


 

JUDAS PRIEST- “INVINCIBLE SHIELD”

 

   Heavies over the world, el “Sacerdote” tiene nuevo trabajo, su titulo “Invincible Shield” y salió bajo el sello Sony Music el pasado 8 de marzo. Casi 6 años después de su último lanzamiento “Firepower”, y tras varios anuncios y retrasos, JUDAS PRIEST sacó con un secretismo absoluto, ya que consiguieron evitar su filtración hasta el último día, su decimonoveno trabajo de estudio. 19 discos en más de medio siglo de carrera, lo que la convierte en la primera formación del metal en sacar dos discos con 50 años de diferencia. Previamente vieron la luz varios adelantos en formato video o lyric video que ya hacían presagiar lo que se ha confirmado desde la primera escucha. Judas Priest han editado un trabajo impresionante y sobresaliente.

   Judas, es prácticamente la única banda que nunca renegó de la etiqueta “Heavy Metal”. Zeppelin, Purple, Leppard, Sabbath, incluso Maiden, ya sea con un cambio de orientación musical o por propias declaraciones, se negaron a ser encasillados en esa etiqueta musical, pero Halford y compañía, abrazaron el termino y lo adoptaron como seña de identidad, haciendo que nadie espere de ellos otra cosa que no sea eso, puro y genuino heavy metal. Judas Priest  le dieron forma, le dieron la imagen e incluso lo endurecieron acercándolo al thrash, así que básicamente, Judas Priest son el heavy metal en su más pura definición.



   “Firepower” en 2018, ya fue un grandios trabajo que los elevaba de nuevo a los altares, y hay que decir que el sonido de este nuevo “Invincible Shield” lleva un camino parecido, con algunos matices distintos, pero que hacen que los de Birmingham sigan vigentes y a un nivel de composición y grabación superlativo. Si la banda británica ya logró cautivar fans de distintas épocas, este y su anterior álbum, son trabajos que dentro de unos años podrán ser considerados por muchos como su entrada al mundo del Heavy Metal. Son trabajos a la altura de los clásicos de la banda y sin duda alguna muchos chavales podrán decir con orgullo que su disco preferido de Judas Priest es “Firepower” o “Invincible Shield”, porque en ellos se encuentra todo lo que la banda siempre ha sido y todo lo que ha hecho grande a este género. Vamos con el recién lanzado trabajo.

   “Invincible Shield” consta de 11 cortes, que en su edición Deluxe añade 3 bonus tracks que suman 14 temas. Este que escribe, ha escuchado directamente la versión Deluxe, así que es la que voy a reseñar. No soy Yo una persona muy a favor de los discos con tantos temas. Siempre me ha parecido que 8 o 10 canciones eran más que suficientes, pero en los últimos años, la experimentación de las bandas y estos formatos Deluxe, se han normalizado como formato físico en cd y así se justifica el par o tres de euros extra en el precio. Vamos a ello.

   Judas Priest ya sea por la competencia de su ex hacha, K.K. Downing y su proyecto K.K.Priest con el ex vocalista temporal de Judas, Tim “Ripper” Owens, ya sea por querer demostrar que merecen estar en ese escalón en el que IRON MAIDEN o METALLICA por poner dos ejemplos comen aparte, ya sea por reivindicarse como los dioses del heavy metal por encima de antiguas y nuevas bandas, o ya sea porque Haldford ha encontrado en Falcon Faulkner a un aliado y más joven pero talentoso guitarrista que lo ha revitalizado; el caso es que Judas Priest, se han currado este disco como pocos antes. Varios retrasos en su lanzamiento y un total hermetismo hasta que su primer single, “Panic Attack” vió la luz. A partir de ahí poco a poco hasta 4 temas de avance, variados en los que ya quedaba claro que la banda está en forma. Una producción kañera, cristalina y moderna. Arreglos y temas enfocados a las distintas épocas de la banda. Unas guitarras súper inspiradas, con sus ritmos machacones y sus clásicas guitarras gemelas, y melodía y crudeza por igual, amén de grandísimos solos, con un Richie Faulkner que ya parece tener galones y ser el motor de la banda. Supongo que ciertas partes más sencillas las tocará Glenn Tipton, seguramente haya compuesto mucho de lo que se oye en el álbum, pero Judas, ahora mismo, parece el juguete de Rob y “Falcon”. Un Scott Travis marcando ritmo de forma desatada, teniendo en cuenta lo que pueda seguirle el resto lógicamente, en su doble bombo, con un Ian Hill en segundo plano cubriendo perfectamente tanto su parte rítmica como engordando la base cuando las guitarras se dan sus paseos a dúo. Halford completamente cómodo en sus tonos, con una buenísima producción en sus voces dobladas. Rob se atreve con varias partes chillonas que ya veremos cómo se lo curra luego en directo, pero el señor Haldford, ha conseguido modificar su voz en estudio a tonos donde está ciertamente cómodo y sigue luciendo espectacular a su edad. Melodías y arreglos ochenteros, sintetizadores a lo  “Turbo “, tralla made in “Ram it Down” y “Painkiller “y también riffs setenteros muy  “Sabbatheros “, canciones y letras con su temática hinmica. Haldford y cía, han hecho el disco que querían todos sus fans, pero lo han hecho bien. Nada de ser un refrito de sí mismos, nada de autoplagiarse, nada de grabar temas que los fans alaben para luego pedir los clásicos en directo. Esta obra suena potente, directa, moderna y sobre todo, fresca, y mira de tu a tu a cualquier disco que hayan grabado en el pasado, como también lo hacía  “Firepower “. Para ello tuvieron nuevamente a ese genio de la producción, Andy Sneap, que seguirá siendo su soporte en directo a las 6 cuerdas, y también a su productor ochentero, Tom Allon, en algunos temas, que ya trabajo en “Firepower”. Con estas credenciales y los adelantos, ya te puedes imaginar lo que te vas a encontrar. Por cierto, hasta la forma de colocar el playlist y elegir los singles, me ha parecido pensada y acertada. Ya que según vas oyendo los temas ya conocidos, cuando entran los nuevos están muy bien acoplados, de forma muy natural en lo que es el disco y algún adelanto, hasta gana bastante dentro del disco. Vamos al meollo.



   “Panic Attack”. Suenan unos sintetizadores, van “increscendo”, subiendo hype con unas finas guitarras, vuelves a 1986, a “Turbo”, entra la rítmica cruda y heavy, los timbales de Travis retumban acompañando el ritmo  y el sintetizador dispara a Rob, ese doble bombo y los chillones agudos te han saltado a los 90’s y a “Painkiller”. Como “El Sacerdote” acostumbra, principio de obra contundente y demoledor sin ser extremadamente veloz. Guitar Solo de menos a más, bonito y efectivo. Rob a matar en falsete, mucho Groove de bajo y doble bombo. Su primer single. Si la defienden bien, brutal para empezar el concierto.

   “The Serpent and The King”. Sin descanso, con riffako directo y crudo y Halford a falsete todo el tema prácticamente, con unas voces muy bien dobladas en el estribillo. Inmenso solo de Richie Faulkner. Potentisimo sonido rítmico, muy “Painkiller”, otro temazo a un ritmo endiablado.

   “Invincible Shield”. El riff inicial lo firmaría Kreator sin problema, denso y kañero, Haldford en tono demoniaco. Estribillo muy coreable, en modo himno metalero, de esos que gusta hacer a los de Birmingham, muy Judas de los 80’s. Muy buenos solos y grandiosas voces dobladas para ir a un solo que acelera la velocidad, acabando con unas bonitas melodías dobladas de guitarra y Rob coreando justo antes de matar el tema con más guitarras armónicas. Hasta aquí, matrícula de honor, no se puede empezar mejor un disco de heavy metal.

   “Devil In Disguise”. Tema para dar pausa. Más rockero y a medio tiempo con riff potente y rasgado, un poco repetitivo. El estribillo cantable por la audiencia, mejora el tema. Otro solo muy bien trabajado por “Falcon”, que le da otro aire melódico a la banda en este álbum.

   “Gates Of Hell”. Tema muy Priest, con esas dobles guitarras casi a solas de inicio, las armonías casi erizan la piel. Riff potente acorde al Groove de bajo y batería, contrastando al tono más melódico de Haldford, que mezcla y usa todo su potencial vocal aquí. Un estribillo super heavy y coreable. Rob enorme en este tema, que suena muy 80’s, muy heavy y potente. Buena entrada a solo y mejor solo aún. El grupo acaba acelerando al ritmo de Scott y subiendo intensidad.

    Se apagan los focos, todos menos uno, alumbrando al guitarra que se marca un solo para iniciar el tema. Recuerda a la época K.K. Downing. “Crown Of Horns”, otro de los temas anticipados. Gana muchísimo en el disco, está perfectamente colocado en el track list. Tema a medio gas pero que suena con mucha fuerza. Tono más grueso y bajo para Rob, perfecto, con voces dobladas en otro estribillo himno. Luce el solo y las guitarras melódicas por debajo de Haldford, acompañando su línea vocal. El tema va muriendo en mute. Temazo.

   “As God Is My Witness”. Muy heavy, directa a la yugular. Recuerda a “Ram it Down”, a esa cover de “Jhonny Be Good” pero sin falsete de Rob. Scott Travis incendia el tema por completo y luce desatado. Por producción, he dicho que el disco es muy “Painkiller”, pero recuerda mucho en partes a su antecesor “Ram It Down”, discazo para mí infravalorado por cierto. Rob está comedido ya que en algunas partes podría subir agudos y lucir más aún. Como en “Gates of Hell”, el tema sube intensidad al final. Tema trepidante.

   “Trial By Fire”. Guitarras gemelas “desmutando” para empezar y coros. Tema crudo y pesado a medio tiempo, para que luzca Rob con sus distintos tonos. Mister Haldford acaba con agudos a tope, a pulmón abierto. Si el disco acabara aquí, rozaría el 10.

   “Escape From Reality”. Este tema recuerda más a discos de Halford en solitario. Voz rasgada con agudos doblados. Buen sonido de bajo. La rítmica un poco repetitiva, un poco cargante, no mejora el trabajo pero le da variedad. Más densa, lo mejor, la voz y la atmosfera que crea.

   “Sons Of Thunder”. Típico heavy rockero tema de Judas desde los tiempos de “British Steel”, con ochenteros coros en la voz y estribillo fácil y pegadizo. Bonita melodía en el solo. Como el tema anterior, baja nota, pero no diría que sobra.

   “Giants In The Sky”. Este es el cierre al disco normal. Tema “Sabbathero” de los que gusta a los británicos hacer también. Para guitarras moviendo el cuello al son, como hacían con K.K., suena algo más rápido que el tema que suelen grabar como cierre, pero es más lento que la tónica suya general. Travis muy bien, pero a esa velocidad parece que vaya en piloto automático. Da la sensación que pueda hacer más cosas, en realidad lo que quiera, porque es un batería enorme, y esta canción igual se presta a ello, un poco de improvisación. A los 3 minutos tras el solo el tema se frena, con unas variadas guitarras semiacústicas, medio orientales o incluso flamencas, con un Rob armonizando voces de forma preciosa. Lastima no tuviera 25-30 años menos para cantar todo esto en directo. Acaba el tema y el disco  a lo grande. Descomunal.

   “Fight Of Your Life”. Primer bonus track. Rob chillón, para un tema setentero, para fans de los primeros Judas. Buenas melodías. No sobra pero si no estuviera, el disco sería más bestia.

   “Vicious Circle”. Más rockera. Como la anterior, es prescindible.

   “The Lodger”. Distinta. En contra de lo que he leído por ahí, en criticas, me gusta, me encanta. Es completamente diferente a todo lo que han hecho. Yo la pondría tras “Giants In The Sky” y acabaría el disco con ella. Voz narrativa y maligna de Rob con estribillo muy chulo. La verdad, la primera vez que la escuché me pareció perfecta para tema de B.S.O. de 007, esa atmosfera creciente de intensidad, esa parte en la letra “…vengeance is mine”. Te la imaginas en directo con focos blancos dando vueltas entre la sombra de los músicos, con un poco de humo, rollo callejón de peli de cine negro. Punto final perfecto para un disco sobresaliente, que entra a la primera, que no te cansas de escuchar, que es heavy y duro, contundente y rápido, pero no tanto, pues escuchando los temas detenidamente, ves que la producción es muy buena y precisa, y que es como están colocados los instrumentos, sobre todo las baterías de Scott Travis, lo que da a algunos temas una falsa velocidad que aporta esa sensación pero que a la vez mantiene un ritmo que una banda de su edad puede ejecutar. Ahora lo que hay que ver, es si la banda decide promocionarlo debidamente en directo o se limitan a tocar un par de temas con un set list de clásicos. Señores, esto es un discarral, y como tal, hay que tocarlo en directo.

   Siguiendo su círculo vicioso y con dios por testigo, como gigantes en el cielo,  sus serpientes y el Rey Rob, con su corona de cuernos cual diablo disfrazado a las puertas del infierno, nos dan la lucha de su vida, pasando una prueba de fuego sin entrar en pánico, como hijos del trueno con su escudo invisible de metal para que te evadas de la realidad. La venganza es suya, si hay un trono, ellos son los inquilinos. HEAVY FUCKING METAL…THE PRIEST IS BACK!!!

NOTA 9’5

By PATXBLACK

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es un discazo, una puta maravilla.
Solo diría, que lo han vuelto a hacer, y eso que el firepower es otro discazo

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