El 9 de Marzo y tras varios temas de adelanto que ponían los
dientes largos a los fans, veía la luz el esperado nuevo disco de la banda británica
de Birmingham, los aclamados Judas Priest. Con el titulo de Firepower y
precedido del anuncio de su guitarrista y compositor Glenn Tipton, que decidía
tras una década sufriendo y padeciendo la enfermedad de Parkinson, dar un paso
a un lado y abandonar casi definitivamente la actividad en directo con su banda
de siempre, salvo apariciones esporádicas, dejando a los fans un sabor
agridulce ante su inminente tour de presentación de la obra, en el que ya, ni
K.K. Downing , ni Glenn Tipton formarán en el quinteto inglés dejando obsoleto
su line-up histórico. Esta tarea recaerá de momento en su productor Andy Sneap
y en el ya integrado miembro Ritchie Faulkner . Dicho anuncio levantó todo tipo
de suspicacias y polémicas en la prensa y los fans sobre la verdadera
aportación en la grabación del material, tanto de Tipton como de Andy Sneap,
llegando incluso a producirse algún intercambio de declaraciones entre Rob
Haldford y su ex hacha K.K. Downing que polémicas a parte no ha hecho mas que
darle publicidad al disco y aumentar las ganas de escucharlo.
Decimoctavo álbum de estudio y grabado en
los Backstage Studios de Derbyshire, entre Marzo y Junio de 2017 en suelo
inglés, la banda volvió a contar con su productor de antaño Tom Allom,
responsable del sonido de la banda desde que produjera su mítico directo
Unleashed in the East de 1979 y que grabó todos sus grandes álbumes de la
década de los 80 hasta que tras su Ram it Down de 1988 dejó los controles. Así
mismo el combo de tachas y cuero decidió contratar como co-productor junto a
Allom, a Andy Sneap, uno de los mas afamados productores de la era moderna en
el Metal, y responsable de la grabación de grandísimos trabajos en bandas de
heavy metal, thrash, death, u otros estilos, tan distintas como Accept,
Megadeth, Benediction, Kill to This, Stuck Mojo, Machine Head, Nevermore o
Cradle of Filth por nombrar algunas.
La apuesta estaba clara pues. Se trataba
de rememorar sus míticos trabajos de antaño pero consiguiendo un sonido potente
y fresco, un disco que tuviese la sencillez de los 70, con la comercialidad y
pegada de los 80 pero que atronara como Painnkiller, algo que intentaron sin
éxito en su predecesor Redeemer of Souls de 2014, que volvía a las raíces pero
con un sonido un tanto pasado. Firepower desde su primera escucha ya deja claro
que el objetivo se ha conseguido. Una obra sin tanta complicación técnica,
mucho mas basada en directos y crudos y potentes riffs, puede que debido al
estado de salud de Glenn que no estará para muchos virtuosismos, con un sonido
mucho mas moderno y una impecable producción en el que se escucha perfectamente
cada instrumento y en el que Haldford canta como hacia tiempos que no lo hacía,
tal vez empeñado en seguir alargando tonos a los que ya no llegaba pero que en este
Firepower ha recortado, cantando mucho mas cómodo y luciendo como el Metal God
que es. Soberbio Scott Travis
a los parches también, sabiendo como lucirse o no según lo pida la canción y
con un sonido demoledor.
Firepower es un álbum mucho menos
experimental de lo que Judas acostumbraba, tal vez eso se eche un poco en falta
así que los temas siguen una línea mas plana, sin grandes cambios, pero que para
nada se resiente en el resultado del LP. 14 temas con casi una hora de duración
que sin embargo no hacen pesada su escucha. Temas de entre 3’30 y 4’30 minutos
potentes y directos que cuando te quieres dar cuenta ya te encuentras a mitad
de disco y con ganas de mas. Este es un disco como los de antes, no sobra
prácticamente ningún tema y a pesar de su duración, cuando lo acabas te quedas
con ganas de volver a escucharlo, en mi caso lo escuché tres veces seguidas.
Firepower abre el fuego tirando de riff,
directamente sin intros ni baterias ni nada, a la vieja usanza, un tema tipo
Painkiller, potente y matador. Scott Travis aporta un extra de fuerza al tema y
melodía y sonido afilado a partes iguales en los solos. Sin descanso sigue
Lightning Strike , también con ese aire a Painkiller en la producción pero
recordando a sus trabajos de los 80 en estribillo y partes rítmicas. Tirando
directamente de un crudo y seco riff, seguimos con Evil Never Dies. Un tema
cañerísimo rítmicamente con un sobresaliente y maligno Metal God. Recordando un
poco a su época Turbo, proseguimos con Never the Heroes. Un tema épico a medio
tiempo, pesado y con un comercial estribillo que ya habíamos oído antes de la
publicación así como las anteriores y que para mí gana mucho dentro del disco.
Necromancer aumenta nuevamente el ritmo con un gran Scott Travis y un Haldford
que a estas alturas ya es el protagonista de la obra a un grandísimo nivel
vocal que ya veremos como mantiene en directo. Children of the Sun, el
siguiente corte, tranquilamente podría haber sido compuesto por la otra gran
banda de Birmingham, Black Sabbath. Huele a Sabbath hasta en el titulo. Es
pegadiza a mas no poder y cuando te quieres dar cuenta estas con ella en la
boca. Este tema espero vérselo tocar a mis colegas de Wojtyla, que seguro lo
bordarían. Acabada su referencia a Sabbath, Guardians, una instrumental de un
minuto que tranquilamente podría haber sido la intro del LP pero supongo que
prefirieron arrancar con un riff directo. Creo que habría funcionado de intro.
Después Rising from Ruins, un tema muy épico, de los mejores si no el mejor del
disco. Aquí Rob se luce y aunque el tema parece melódico y comercial, Scott
Travis y el rugido de las guitarras por debajo de las voces nos recuerdan que
este es un trabajo del mas potente heavy metal. Otra vez directamente sobre la
guitarra rítmica, arranca Flame Thrower, el tema mas macarra del trabajo. Este
tema podría ser un clásico de Judas a lo British Steel. Con un puente y un
estribillo melódico y comercial en voces pero muy trallero en guitarras.
Recuerda algo a Freewhel Burning al final pero sin tanta velocidad. El mas
claro ejemplo de lo que es este disco rítmicamente y a nivel de sonido. La siguiente
Spectre, sacada como video el mismo día de publicación del álbum, baja las
revoluciones un poco. Tema pesado con melodías y armonías de guitarra en los
solos y Halford cantando perfecto. Traitors Gate amaga con ser lento y de
repente arranca en un típico tema Priest de los que nos imaginamos a su pareja
de hachas moviéndose adelante y atrás al unísono. Veremos eso con Andy Sneap?. Uno
de los temas menos destacables pero que debido al gran sonido de producción
se aguanta bien. Tal vez habría ido mejor de cara B en algún single pero como
los grupos han perdido esa costumbre. Con No Surrender volvemos a terrenos mas
comerciales. Este tema es bastante corto pero tiene de todo, un estribillo para
cantar en el bar a coro, buenas melodías de guitarra y un precioso solo y una base bastante rockera.
Llegando ya casi al final, Lone Wolf, un tema bastante Sabbath también pero que
si le pones la voz de Phil Anselmo tranquilamente podría estar en un disco de
los últimos Pantera. Aquí se nota la influencia y los gustos de Rob Haldford,
gran amante de sonidos pesados y músicas mas contundentes que el mero Heavy
Metal. Cerrando el disco, Sea of Red. Balada marca Priest para acabar en plan
himno con lucimiento personal de Rob en la voz, una especie de Defenders of the
Faith y Prisioner of your eyes con parte
épica incluida y que cierra el trabajo como lo empieza, cortando riff en seco.
Máxima puntuación para este excelente
trabajo, no tengo ninguna duda que si el mercado musical fuera otro, Firepower
acabaría siendo otro clásico disco de Judas. Creo que es de lejos el mejor
trabajo que han editado desde Painkiller y que el 31 de Diciembre estará en el
Top 5 de Disco del Año. El tiempo dirá si pasa la prueba pero para mí, creo que
lo hará con nota.
Ahora a esperar para verlos en directo, a
ver que tal defiende Rob su excelente trabajo vocal en vivo y como responde
Sneap a las 6 cuerdas y si se resiente su nuevo line-up con los fans. De
momento Faulkner ya parece haber dado un paso al frente para liderar el sonido
del quinteto.
BY Patx Black
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